Asturias es una tierra que lo tiene todo: montañas imponentes, playas salvajes, pueblos con encanto, ciudades vibrantes y una gastronomía que conquista desde el primer bocado. Si dispones de cinco días para recorrer esta comunidad del norte de España, prepárate para una experiencia intensa, variada y profundamente auténtica. Aquí te propongo un itinerario equilibrado entre costa y montaña, cultura y relax, para que descubras lo mejor de Asturias en solo cinco jornadas.
Día 1: Oviedo y Gijón, dos caras de una misma esencia
Comienza tu viaje en Oviedo, la capital del Principado. Pasea por su casco histórico, donde destacan:
- La Catedral de San Salvador, con su famosa Cámara Santa.
- El Mercado El Fontán, ideal para probar productos locales.
- El Parque San Francisco, pulmón verde en pleno centro.
No te pierdas las esculturas urbanas que decoran la ciudad, como la de Mafalda o la de Woody Allen. Oviedo es elegante, tranquila y perfecta para empezar el viaje con calma.
Por la tarde, dirígete a Gijón, a solo 30 minutos en coche. Esta ciudad costera tiene un aire más desenfadado y marinero. Recorre el barrio de Cimavilla, sube al Elogio del Horizonte y relájate en la Playa de San Lorenzo. Si te gusta la sidra, visita una sidrería tradicional y aprende el arte de escanciar.
Día 2: Avilés, Cudillero y Luarca — pueblos con alma marinera
Dedica el segundo día a explorar la costa occidental asturiana. Comienza en Avilés, una ciudad que ha sabido combinar su pasado industrial con una apuesta cultural moderna. El Centro Niemeyer, con su arquitectura futurista, es una parada obligada.
Después, pon rumbo a Cudillero, uno de los pueblos más pintorescos de España. Sus casas de colores colgadas en la ladera y su puerto pesquero forman una postal inolvidable. Sube al mirador de la Garita para obtener una vista panorámica.
Termina el día en Luarca, la villa blanca de la costa verde. Recorre su paseo marítimo, visita el cementerio con vistas al mar y disfruta de una cena con pescado fresco en alguno de sus restaurantes tradicionales.
Día 3: Covadonga, Lagos y Cangas de Onís — el corazón espiritual y natural de Asturias
Este día está dedicado a la Serra de los Picos de Europa, una de las joyas naturales de España. Comienza en el Santuario de Covadonga, lugar de gran simbolismo histórico y religioso. La Basílica, la Santa Cueva y la estatua de Don Pelayo te conectarán con las raíces asturianas.
Desde allí, asciende a los Lagos de Covadonga: Enol y Ercina. El paisaje es sobrecogedor, especialmente si llegas temprano y evitas las aglomeraciones. Lleva calzado cómodo y abrigo, incluso en verano.
Por la tarde, visita Cangas de Onís, donde podrás ver el famoso Puente Romano con la cruz de la victoria colgando. Es un buen lugar para probar la fabada asturiana o el queso de Cabrales.
Día 4: Ribadesella, Lastres y el descenso del Sella
Comienza el día en Arriondas, donde puedes realizar el famoso descenso del río Sella en canoa. Es una actividad divertida y apta para todos los niveles, ideal para conectar con la naturaleza de forma activa.
Después, dirígete a Ribadesella, un pueblo costero con una playa espectacular y un paseo marítimo lleno de historia. Si te interesa la prehistoria, visita las Cuevas de Tito Bustillo, con pinturas rupestres de más de 15.000 años.
Por la tarde, visita Lastres, otro de los pueblos más bonitos de Asturias. Sus calles empedradas, sus casas escalonadas y su puerto te transportarán a otra época. No olvides subir al Mirador de San Roque para disfrutar de una vista panorámica del Cantábrico.
Día 5: Llanes y los Picos de Europa orientales
El último día lo dedicamos a la zona oriental de Asturias. Comienza en Llanes, una villa marinera con un casco antiguo muy bien conservado. Recorre el Paseo de San Pedro, visita los Cubos de la Memoria y disfruta de alguna de sus playas cercanas, como Toró o Barro.
Si te queda tiempo y energía, adéntrate en los Picos de Europa por la zona de Bulnes o Sotres, dos pueblos de alta montaña que ofrecen rutas de senderismo espectaculares. El funicular de Bulnes es una opción cómoda para acceder a este enclave remoto sin necesidad de caminar.
Consejos prácticos para tu viaje
- Alquiler de coche: Asturias tiene muchos rincones que solo se descubren con libertad de movimiento. Un coche te permitirá explorar sin depender de horarios.
- Clima: Lleva ropa para todo tipo de tiempo. Aunque sea verano, la lluvia y el fresco pueden aparecer en cualquier momento.
- Gastronomía: No te vayas sin probar la fabada, el cachopo, los quesos asturianos y, por supuesto, la sidra.
- Alojamiento: Puedes hacer base en Oviedo o Gijón, o ir cambiando cada noche para estar más cerca de cada zona.
Asturias en 5 días: un viaje que deja huella
Cinco días en Asturias son suficientes para enamorarte de su diversidad, su autenticidad y su belleza natural. Desde ciudades con historia hasta pueblos que parecen sacados de un cuento, desde montañas que quitan el aliento hasta playas salvajes que invitan al descanso, esta tierra ofrece una experiencia completa.
Y lo mejor de todo: cada rincón está impregnado de una hospitalidad sincera, de una cultura que se vive con orgullo y de una gastronomía que convierte cada comida en una celebración. Asturias no se visita, se vive. Y cinco días bastan para querer volver.